La Familia Azay (M0021) son enviados del Departamento Nacional de Misiones (México) y desde el 2011 trabajan en el Norte de África.
"Nuestra misión es plantar la iglesia de Cristo entre los pueblos no alcanzados y lo estamos haciendo a través de equipos. Sabiendo que hay aproximadamente 500 pueblos sin compromiso, con más de 300 millones de personas no alcanzadas en toda la región nos es urgente trabajar en compañerismo para alcanzar este lugar. Es por eso que los obreros de las Asambleas de Dios de todo el mundo nos hemos unido para trabajar juntos, en compañerismo con otras agencias misioneras, creyentes locales del mundo arabe, e iglesias internacionales para ver a Jesus glorificado en toda esta región."
Actualmente dirigimos de un equipo de Plantación de iglesias (EPI) en el país donde estamos reuniendonos en casa con un grupo de creyentes y buscadores locales para estudiar juntos la Biblia y mirando hacia adelante para movernos a otra ciudad no comprometida, donde no hay iglesia establecida para dirigir un nuevo equipo en ese lugar y plantar juntos la iglesia de Cristo.
1. Campo de entrada: A través de puentes conversacionales, buscaremos personas espiritualmente hambrientas que quieran escuchar el mensaje del Evangelio.
2. Sembrar / Campo del Evangelio: Cuando encontremos a alguien que quiera escuchar el mensaje del Evangelio, utilizaremos herramientas bíblicas y reproducibles para compartir las Buenas Nuevas de una manera culturalmente comprensible.
3. Crecer / Campo de Discipulado: Utilizaremos el Método de Estudio Bíblico por Descubrimiento (DBS) para ayudar a discipular a nuevos creyentes o buscadores.
4. Reunir / Campo de Formación de la Iglesia: Utilizaremos el método DBS dentro de las iglesias en casa. Nos centraremos primero en el libro de los Hechos y en cómo la iglesia primitiva hacía vida y ministerio.
5. Desarrollo del Liderazgo para la Multiplicación: Identificaremos a los potenciales líderes emergentes por su nivel de obediencia a los mandatos de Jesús, incluyendo la Gran Comisión. Buscaremos equipar a los líderes a través del programa de formación pastoral de la Universidad Global que se está desarrollando en árabe.
Si queremos que se planten iglesias tenemos que estar dispuestos a trabajar duro y tener una profunda convicción de que Dios es quien nos ha llamado a plantar iglesias y nuestros valores y principios biblicos deben definirnos y dirigirnos a plantar iglesias. Definimos estos 12 valores dentro de tres categorías principales: Permanecer, Apostolado y Abandono.
- Valoramos la permanencia. La intimidad con Jesús nos definirá y nos guiará en todo lo que hagamos. Lo mejor de cada día se realiza cuando se incluye un tiempo extravagante en Su presencia. Permanecer en Él personal y corporativamente nos capacita para dar mucho fruto.
- Valoramos el carácter. Lo que somos es lo que hacemos. La integridad, la humildad y la autenticidad son muy importantes en nuestro grupo.
- Valoramos el Espíritu Santo. Cuando el Espíritu nos llena, su poder se desborda en cada área de nuestra vida, afectando todo lo que pensamos, decimos y hacemos. El Espíritu nos equipa con dones sobrenaturales para cumplir nuestra misión. Anunciamos con valentía a Jesús en todas partes, creyendo que vendrán señales milagrosas. Oramos regularmente en el Espíritu y afirmamos nuestra total dependencia del Espíritu Santo.
- Valoramos el aprendizaje. Una actitud de aprendizaje permanente ayuda a los misioneros a entender la cultura y la visión del mundo de aquellos con los que trabajan.
- Valoramos el trabajo pionero. Ser pionero es vivir y proclamar el evangelio de una manera culturalmente apropiada entre los grupos de personas no alcanzadas con el objetivo de plantar la iglesia donde no existe.
- Valoramos la función apostólica. La función apostólica es un lente que usa cada uno de nuestros enviados que ve su llamado como parte del plan de Dios para alcanzar a cada tribu, lengua y pueblo. Se centra en la proclamación del evangelio a los grupos de personas no alcanzadas, plantando la iglesia entre ellos, y levantando participantes en la misión global de Dios. Obliga a TODA la iglesia a llevar TODO el evangelio a TODO el mundo.
- Valoramos la colaboración. La colaboración describe la relación entre los misioneros y las iglesias autóctonas que plantamos. El desarrollo de iglesias autogobernadas, autosuficientes y autopropagables es fundamental para la relación. El ministerio fructífero ocurre cuando la misión y la iglesia nacional sirven juntas en humildad.
- Valoramos los equipos. Los equipos son conjuntos de personas que trabajan juntas con el objetivo común de plantar la iglesia entre los pueblos no alcanzados.
- Valoramos la transformación. La transformación es el cambio de una condición humana contraria a los propósitos de Dios a otra en la que las personas son capaces de disfrutar de una vida plena en armonía con Dios. Cada una de nuestras actividades será considerada como una oportunidad para actuar con amor hacia la gente, para hablar palabras de verdad apuntando a Dios, y para experimentar la intervención sobrenatural del Espíritu Santo.
- Valoramos la comunidad. Integramos nuestras vidas con los vecinos y los creyentes autóctonos. Una consecuencia lógica del compromiso con el idioma local, el aprendizaje de la cultura y el evangelismo como estilo de vida en el lugar donde ministramos.
- Valoramos el sacrificio. Reconocemos que los grupos de personas que permanecen inalcanzables se enfrentan a contextos espirituales y físicos hostiles para vivir. Nos comprometemos a pagar cualquier precio que sea necesario para alcanzarlos con el evangelio.
- Valoramos la rendición de cuentas. La autoridad es dada por Dios y es esencial para lo que somos. Respetando, honrando y obedeciendo a nuestras autoridades, considerándolas medios de protección, consejo y cobertura de Dios.